La popularización de determinadas herramientas de manipulación de imágenes y vídeo, por medio de la inteligencia artificial, está generando un debate sobre los límites a los que se deberían someter estas tecnologías, en particular cuando se utiliza el rostro de una persona para generar contenido sexual. Maitane Valdecantos ha participado en un análisis realizado por Maldita.es sobre esta materia.
Foto: 8machine_ (vía Unsplash)
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